Como parte del Proyecto Impulsa, las actividades de dispersión y formación son importantísimas y por ello tienen un lugar destacado dentro de los programas. Como parte del paquete de desarrollo para los jóvenes Impulsa, no tiene coste alguno para ellos y es financiado por la fundación al 100% de su coste.

Todos los años, la Fundación Equilibri Bolivia organiza un fin de semana de retiro a un espacio tranquilo donde poder desarrollar una convivencia con la comunidad de jóvenes de los diferentes programas que se llevan a cabo en la entidad. Durante el fin de semana de retiro, se realizan actividades formativas y capacitación, deportivas y de dispersión.

Coincidiendo con el viaje que realiza el equipo de Fundación Equilibri Barcelona para conocer el estado de los diferentes proyectos y poder compartir tiempo y espacio con todos los miembros de la comunidad Equilibri boliviana, se organiza el “Equilibri Weekend” el segundo fin de semana de agosto.

La Casa Azari es el lugar escogido, un espacio tranquilo y hermoso, con un entorno magnífico donde poder relajarnos y disfrutar de la naturaleza.

El taller ofrecido el sábado mañana por Arrate Sarrionandia, miembro del equipo de Barcelona, sobre “Marca Personal”, es una excelente oportunidad donde conocernos más a fondo, saber que valores personales debemos potenciar a la hora de incorporarnos al mercado laboral y saber ofrecer con seguridad lo mejor de nosotros mismos.

Se completa con un taller impartido por Carla Rocha, responsable de la Fundación Equilibri Bolivia, sobre búsqueda efectiva de empleo y otro sobre elaboración óptima de nuestro currículum vitae en el que el lincenciado Jaime González Pereira, psicólogo de la fundación, nos descubre los secretos para que nuestro currículum sea completo y eficaz en la búsqueda de empleo.

Estos talleres de capacitación realizados durante sábado y domingo, se intercalan con otras actividades de ocio para nuestros jóvenes, tales como futbolín, yoga y meditación, clases de salsa, paseos por el campo y una gran fogata nocturna amenizada con guitarra y canciones que se improvisan y nos deleitan hasta bien entrada la madrugada.

La comida que nos sirven en la casa, junto con los refrigerios ofrecidos por la Fundación son deliciosos y nutritivos. Disfrutamos de sobremesas divertidas, donde muchas de las chicas y chicos del programa se conocen un poco más. Aprovechamos la oportunidad para descubrir todo lo que tenemos en común, lo que nos podemos ayudar si todos ponemos de nuestra parte.

Un fin de semana lleno de sorpresas del que recordaremos su intensidad y todo lo positivo que nos ha aportado. Nos vamos satisfechos del tiempo que hemos compartido juntos, de los momentos divertidos y los de reflexión, de los nuevos conocimientos adquiridos tras los talleres y los nuevos lazos de amistad que se han creado tras compartir tiempo y disfrutarlo juntos.